16 feb 2013

Donde nunca pasaba nada

Érase un mundo donde nunca pasaba nada. La gente hacía sus vidas; algunos se consideraban felices y otros tremendamente desdichados. Se diferenciaban sólo en su conformismo, porque todos opinaban en que allí jamás sucedía nada que animase su existencia.
Vivía entre los desdichados un joven escritor dispuesto a cambiar el mundo desde su pluma. Tal era su arrojo y su convicción que lo dejó todo para dedicarse a las letras, y tomó con entusiasmo un  puñado de folios en blanco y se encerró para inspirarse y sacar a la luz una gran historia.
Le haré ver a esta gente que éste triste mundo tiene también algo que decirnos, se dijo. Y con esa idea empezó a trabajar. Pensó y pensó y los días pasaron, y cuando se quiso dar cuenta había terminado pero en lugar de una gran historia todo lo que logró escribir fue este triste microrrelato.

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