14 dic 2011

El viaje a la luna

Creo que la luna, como el sol, asciende menos en el cielo cuanto más septentrional es la posición del observador. Lo digo porque el sábado de noche, viajando al aeropuerto en un autobús de Frankfurt, sin más pasatiempos que quitarme caca de la nariz y entrenar el dedo anular para que algún día pueda señalar como el índice, se me dio por mirar fijamente la luna. Estaba ahí fuera, llenísima, en lo más alto de su trayectoria pero lejos del cenit, reflejando toda la luz que podía.
Tras unos minutos de observación imaginé que estábamos en ella. Todo alrededor era paisaje lunar. Había en realidad árboles, llanuras en las que poco o nada se distinguía y algo de civilización. Pero yo supuse que todo era blanco como el blanco que veía allí arriba, con alguna mancha más oscura que también veía, con montañas y cráteres porque lo había leído. Y levantábamos el polvo de la superficie, un polvo que no recuerdo qué material es por muchos libros de astronomía que a estas alturas me haya tragado.
Y después me planteé una cosa. Me planteé si yo –que tanto presumo de que me gusta la soledad, de que miles de veces la prefiero a la compañía de montones de seres humanos–, tendría los cojones suficientes para estar allí arriba, en ese autobús, o en una nave espacial, o en cualquier cosa que simplemente alunizase conmigo dentro y me dejara a mi aire.
La respuesta fue que no. Probablemente no tendría cojones. Lloraría. Pensaría que todo era una pesadilla. Buscaría desesperadamente a mis compañeros de la nave. O miraría la tierra a cuatrocientos mil kilómetros y desearía que estuviesen construyendo otra nave que me viniera a buscar enseguida.
Pero no me alegraría de estar solo. Quizá mi soledad era sólo una fachada. Demasiada soledad daba miedo.
A todos nos gustaría ir a la luna pero a la hora de la verdad asusta un poco. Pueden pasarnos demasiadas cosas malas.

1 comentario:

  1. Alex que la luna llena de la que hablas en tu texto esté siempre merodeando por tu recién inaugurado blog.
    Por aquí nos quedaremos.
    Saludos

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