31 mar 2012

Sesudo análisis de la realidad


Y eso que escucho la radio y miro unas cuantas veces al día periódicos digitales. O sea, que me considero bastante enterado de lo que pasa en esta esfera achatada por los polos de doce mil setecientos kilómetros de diámetro.
Reforma laboral, déficit público, cuentas del estado, cinco millones de parados,… de verdad, ¿a alguien le importa todo eso? ¿Alguien realmente está muy interesado en que las cosas vayan bien? Vamos, reconoced que os ponen un poco cachondos las malas noticias.
Hablo de la crisis, que quede claro. A mí sí me pone un poco cachondo cuando baja el Ibex o quiebra un banco. Lo siento si os ofendo.
Austeridad… a mí que cojones me importa que se gaste un poco más o un poco menos. ¿Hay algún discurso más allá de la demagogia cada vez que se habla de austeridad? Tú gastas mucho, y tú muy poco. Malo tú. No, malo tú. Bla, bla, bla… callaos, gilipollas. La única austeridad que me importa es la que me tengo que tragar yo, me da igual si por culpa vuestra o no. Yo no pienso mover un dedo por solucionaros nada a vosotros, que os den.
Planes de ajuste, reforma financiera, huelga general, política de transparencia… menuda especie estamos hecha. ¿Sabéis qué? El Sol se va a comer a la tierra pasado mañana y nosotros pensado en estupideces. Somos una especie la mar de divertida. Como exista la reencarnación ¡sí que nos va a importar mucho si el seguimiento de la huelga fue de un quince o un ochenta por ciento! Que esa es otra, da risa y asco al mismo tiempo eso de la guerra de cifras. Bueno, da más asco que risa quizá.
Llamadme loco, utópico, irresponsable, ido, lo que os de la real gana. Pero ¿sabéis qué? Espero formar parte lo menos posible de vuestro puñetero mundo. No saber nada de toda esa mierda de la que os creéis expertos o, por lo menos, interesados. Antes me tiro a la vía del tren.
Dejadme soñar en paz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario