24 nov 2012

Decepción

Menuda caca. Se acaba el 2012, el año del fin del mundo, de las tormentas solares, del final de una era, del apocalipsis. ¿Y qué ha sucedido? Nada. Pues, eso, que menuda decepción.
Éramos muchos los escépticos, los que decíamos no caerá esa breva, que no nos dejamos seducir a principios de año por los castillos en el aire de un meteoro gigante, una guerra nuclear o un cambio climático acelerado. Pero en el fondo teníamos la esperanza. Siempre se tiene esperanza.
Mas queda sólo un mes y se ve que no. No creo ni que los políticos puedan conseguirlo. Seguiremos aquí muy a su pesar. Seguiremos respirando, hablando, comiendo, emborrachándonos, peleándonos, follando (a veces), meando, cagando, insultando, yendo al médico, haciendo cola en el INEM, estudiando oposiciones sin esperanzas, todas esas cosas que hacemos los mortales. Aunque empiezo a dudar de tal condición.
Y yo seguiré escribiendo. Me hubiera gustado; es más, me hubiera encantado tener una pista, un hilo del que tirar de algo grande y real: un descubrimiento de la NASA, un sol enfurecido de verdad, cosas extrañas que han captado los radares, el presidente de los Estados Unidos enviando un mensaje trascendental; cualquiera de esas cosas que me hicieran subir la adrenalina de una p... vez mientras aporreaba teclas entusiasmado con semejante fuente de inspiración.
Pero no. Pasa el tiempo y no hay nada de eso. Me queda la caca, las tías, los cuentos estúpidos y chorradas como ésta. A ver lo que me dura.

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