18 ene 2014

Basura sin y con preposición

Padre e hijo bajaban la basura a diario. Se sucedían las explicaciones del padre ante los contenedores:
—La botella de vino en el que es como un iglú.
—Lo de la papelera del escritorio en ese, el de la boca ancha.
—Quita los plásticos. Ah, y las latas. ¿Sabes a cual van, verdad? Justo. Al amarillo.
—¿Y el resto qué es? Comida y porquería, ¿no? Pues al que queda, al verde oscuro.
—Listo. Vamos a cenar.
Cuatro años después padre e hijo bajaban a la basura a diario. También había explicaciones ante los contenedores:
—Busca primero en el verde oscuro. Ahí suele estar lo mejor.
—Mira bien el amarillo. La gente tira de todo en ese.
—Prueba en el de la boca ancha. ¿Quién sabe? La gente es muy cerda.
—Listo. ¿Nos llegará para cenar?

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